Los Antiguos Oficios, o cómo era Jarandilla hace un siglo
Si alguna vez soñaron con hacer un viaje al pasado, todo el pueblo de Jarandilla de la Vera se lo sirve en bandeja el primer domingo de agosto.
Quienes lo visiten podrán vivir la experiencia de cómo era el día a día de este pueblo un siglo atrás, es la Fiesta de los Antiguos Oficios.
Ataviados con trajes de época al frente de sus respectivos oficios podremos encontrar repartidos por todas las calles de Jarandilla al herrero forjador; a las bolilleras, con sus habilidosas manos; nos asombraremos con la destreza de las embotelladoras de tomate; el saber hacer del hojalatero; las labores de las ganchilleras; y las pimentoneras.
Nos deleitaremos con la miel de la colmeneros de la zona; podremos endulzarnos con las barquilleras; observar los útiles del barbero; apreciar el oficio de los cesteros; el duro quehacer de las lavanderas; el trabajo de las espezonaoras; fascinarnos con la actividad del alambique; descubrir a las capaoras de higos; la labor del carpintero; el trabajo del adobe; el oficio de las bordadoras; el día a día del quesero; los útiles del relojero; disfrutar del momento de la trilla; y contemplar las escobas de mijo, entre otros oficios.
Además de una singular colección de vehículos de la época, como camiones, coches y motos.
Todo el pueblo participa en unas jornadas festivas que tienen como objetivo servir de homenaje a los más mayores representando los antiguos oficios y tradiciones que se realizaban a principios del siglo XX.